Un camino de superación

Mi padre, un auxiliar de apoyo en el Hospital Clínica UC, me enseñó que no importa cuán modesto sea nuestro trabajo, siempre debemos hacerlo con dignidad y amor. Con esta lección en mente, me esforcé en la escuela y logré destacarme. Cada nota era un paso hacia mi objetivo: ingresar a la Universidad de Chile, la mejor institución del país.

Los obstáculos no se hicieron esperar. Las largas jornadas de estudio, los trabajos a medio tiempo y las noches sin dormir se convirtieron en mi rutina. Pero nunca me rendí. Aprendí inglés por mi cuenta, sabiendo que sería fundamental para mi carrera como ingeniero comercial.

El día de la prueba de admisión fue emocionante. Ver mi nombre en la lista de aceptados fue un logro que no puedo describir con palabras. Estaba dentro de la Universidad de Chile, y eso marcó el inicio de una nueva etapa en mi vida.

Los años universitarios fueron intensos. Las largas horas de estudio y los proyectos en equipo me desafiaron constantemente. Pero también descubrí oportunidades increíbles. Excelentes profesores, compañeros talentosos y una cultura académica enriquecedora me acompañaron en mi camino.

Celebración del club de innovación, actividad en grupo.

Y aquí es donde entra la segunda perspectiva: mi fe. Soy cristiano y he encontrado en la Biblia una guía para mi vida. Las palabras de Jesús sobre el amor al prójimo, la perseverancia y la humildad resonaron en mí. Cada día, busco aplicar esos principios en mi trabajo y en mis relaciones con los demás.

Hoy, como Marketing Executive en Robert Walters, formo parte de un equipo global. Mi jefatura está en México, mientras que la líder de mi región es de España. Finalmente, reportamos a la casa matriz en Gran Bretaña. Trabajar en un entorno internacional es emocionante y desafiante.

El equipo de marketing es excepcional: lleno de actividades que nos desafían constantemente, pero también con un espíritu de colaboración y apoyo mutuo. Aquí, cada uno de nosotros se esfuerza por alcanzar sus metas individuales, pero también nos ayudamos mutuamente a crecer y triunfar.